SEGUNDA PUERTA: CENTRO EUROPEO PARA LA INVESTIGACIÓN NUCLEAR, SUIZA
En el CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear), en Ginebra, el Señor me instruyó a interceder al inicio de la celebración de la Pascua de este año 2023. En este lugar, curiosamente están por finalizar una construcción de un edificio “gemelo”, destinado a la educación y la información científica, llamado “El portal de la ciencia” (inglés Science Gateway).
Y el Espíritu del Señor me guio a relacionar esta “puerta” con el árbol de la ciencia del bien y del mal (Gn. 2:16-17; 3:1-11), cuyo fruto les fue prohibido a Adan y a Eva comer, y con el cual ellos pecaron, y pasaron de un lugar de bendición, a uno de maldición.
El CERN representa el intento humano, “científico”, de conocer y entender el universo, los misterios de la creación, y las leyes físicas que la sostienen. Pero, muchos de estos “estudiantes de la ciencia”, en sus estudios e investigaciones, desechan a Dios, al Creador y Rey del universo.
En esta puerta de la ciencia y el conocimiento, el Espíritu del Señor me guio a proclamar a Dios como Yahveh-Dabar (La Palabra eterna), y el poder de Su Palabra en Su creación. Y mientras intercedía por la iglesia de Jesucristo en Suiza y las naciones, Él trajo a mi mente estos pasajes de las Escrituras:
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt. 24:35)
“Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.” (Sal. 33: 6)
“En el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra.” (2Pe. 3:5)
TERCERA PUERTA: MONTE DE SAN GOTARDO, SUIZA
También conocido como el macizo de San Gotardo, es una cordillera ubicada en los Alpes suizos, que se encuentra entre cuatro cantones: Valais, Tesino, Uri y de los Grisones, en la región que le dio nacimiento a la Comunidad Helvética, también conocida como la Confederación Suiza.
La cadena montañosa y el pasaje del San Gotardo también tiene su fama e historia. Para ciertos historiadores, el monte de San Gotardo puede ser considerado una suerte de «monte Sinaí», en donde nació la Comunidad Helvética. Su importancia comercial, tanto para Suiza como para Europa es incuestionable, porque por medio de sus puentes y túneles se han conectado el norte y el sur del continente europeo.
De hecho, actualmente un nuevo túnel inaugurado en el 2016 ostenta el récord de ser el más largo del mundo (57,104 Km de largo). Pero, antes de la construcción de los túneles, hubo un antiguo puente de piedras y madera, llamado por los lugareños como el “puente del Diablo”, aunque oficialmente se llamaba “Schöllenen”, en alemán (en romansh la Scalina).
Y, por primera vez en mi vida y ministerio, intercedí en las entrañas de este monte, mientras hacíamos el recorrido, en tren, por este nuevo gran túnel.
A esta tercera puerta de la comunicación y el comercio fui al inicio de la Fiesta de Pentecostés, y por eso creo que el Señor me guio a relacionarla con Moisés y el monte Sinaí, en los que los descendientes de Jacob pasaron de ser solamente doce tribus a ser la nación de Israel. Y pasaron de ser esclavos a ser libres. Y también la relacioné con el Pentecostés en Jerusalén en el que un grupo de discípulos pasó a ser la Iglesia de Jesucristo, la nueva Nación conformada por todas las naciones (1Pe. 2:9-10).
También por su importancia en la comunicación y el comercio suizo y europeo, el Espíritu del Señor me guio a proclamar a Dios como Yahveh-Jireh (nuestro Proveedor), e interceder nuevamente por la Iglesia, para que Él la proteja contra los embates del enemigo, y le provea todo lo necesario en medio de las crisis económicas y financieras que se han desatado sobre las naciones.
Durante la intercesión, el Espíritu Santo me hizo recordar los juicios pendientes de Dios contra el comercio inicuo de Babilonia (Ap. 18:11-14) y el sistema luciferino que lo sustenta (Ex. 28:4-8).
“Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres. Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.”
“Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor. Al sepulcro te harán descender, y morirás con la muerte de los que mueren en medio de los mares.”
Y al final de interceder en esta tercera puerta, el Señor también me hizo recordar la tarea que tengo de preparar a Su Iglesia para los tiempos del fin. Y como ya he compartido, me insistió mucho que continuara con esa tarea. Y me decía que todavía hay tiempo para prepararse, pues acabamos de cubrir los primeros tres años de la década 2020-2030. Y también me recordó Su promesa en 2Corintios 9:10-11:
“Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.”