Señor de las naciones. Señor de nuestros corazones.
En este Día Nacional de Oración, te buscamos…
En las tinieblas, Tú eres nuestra Luz.
En la tormenta, Tú eres nuestro Refugio.
En nuestras debilidades, Tú eres nuestra Fuerza.
En nuestra aflicción, Tú eres nuestro Consuelo.
En nuestra angustia, Tú eres nuestra Esperanza.
En nuestra confusión, Tú eres nuestra Sabiduría.
En tiempo de terror, Tú eres nuestro escudo.
En tiempo de guerra, Tú eres nuestra paz.
En tiempos de incertidumbre, Tú eres la Roca en la que podemos confiar.
Nosotros hoy hacemos nuestra oración usando las palabras del profeta Daniel:
Oh Señor, Tú eres Dios grande y asombroso, que mantienes Tu Pacto de amor con aquellos que te aman y guardan Tus mandamientos. Tú eres misericordioso y perdonador. Tú eres justo, pero en este día estamos cubiertos con vergüenza porque hemos pecado contra Ti y nos hemos equivocado. Nos hemos alejado de Tus mandamientos y principios. Nos hemos alejado de Ti.
Con todo, Tú has prometido en 2 de Crónicas 7:14, que si nosotros, el pueblo que se identifica contigo, se humilla, ora, busca Tu rostro, y se vuelve de sus malos caminos; entonces, Tú oirás nuestras oraciones, perdonarás nuestro pecado y sanarás nuestra tierra.
Por eso, decidimos parar el dedo acusador contra los pecados de otros; y más bien examinar nuestros propios corazones y vidas. Decidimos reconocer nuestro propio pecado, nuestra negligencia, rebelión e ignorancia, y aún nuestro rechazo hacia Ti. En este día, decidimos arrepentirnos.
En respuesta a nuestro profundo arrepentimiento, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, Padre de nuestro Señor Jesucristo, de acuerdo con todos Tus actos de justicia y de acuerdo con sus promesas, aleja tu enojo y tu ira de nuestra nación. Escucha las oraciones y las peticiones hechas delante de Ti en este Día nacional de Oración, ya que te damos toda nuestra atención. Inclina Tu oído, oh Dios, y escucha; abre Tus ojos y mira. No hacemos esta súplica porque nosotros seamos justos, sino por causa de Tu gran misericordia.
Para la gloria de Tu Nombre escucha nuestra oración, perdona nuestra pecado y sana nuestra tierra.
Te lo pedimos en el Nombre de Tu Hijo Jesucristo quien nos ofrece salvación de Tu juicio, perdón de nuestro pecado y reconciliación contigo a través de Su propia sangre derramada en la Cruz.
Amen